El universo en una piña

Para dibujar esta secuencia de formas que se repiten en el espacio toroidal. he deducido la sucesión matemática que recorre el volumen manteniendo su base geométrica primigenia.

Si pudiéramos observar este objeto en crecimiento, observaríamos que nada cambia, es un ciclo infinito, como cualquier ciclo en la naturaleza.

Para no perder la espontaneidad de la conciencia natural, he generado una base con una textura homogénea pero uniformemente desigual, sobre la que aplico Frotagge con grafito consiguiendo una abstracción en la partícula que forma la parte, obteniendo así lo mismo en ésta y en el todo, ambas como partes infinitesimales de las otras y así sucesiva y alternativamente. Una piña vista hacia su eje. Lo mismo podemos observar cuando nos miramos hacia nuestro centro, encontramos el infinito en lo pequeño, la singularidad que somos como parte del organismo mayor del que formamos parte “Gea” y con una “causa final” como el la “Teleología” de Aristóteles.

Ficha Técnica

Medio: Grafito sobre papel algodón

Medidas: 135 x 135 cm

Fecha: 2019